domingo, 6 de mayo de 2012

El cerebro de la bestia

Recientemente, en una partida a Pathfinder, con el setting habitual de alta fantasía (realmente intento que no sea tan "alta"), los personajes se encontraron, en un viaje de aquí-a-allá, con el típico encuentro aleatorio: 4 griffos salvajes, la ubicación en la cima de la colina.

Los animalitos aunque pudieron hacer algunos arañazos exprimiendo sus dotes de monstruo, pronto se vieron superados por los todopoderosos y buildeados heroes.

Mientras repasaba todos los ataques, dotes, poderes y demás "datos del sistema" de la ficha de los bichos para que ofrecieran una fútil pero digna resistencia, uno de los jugadores estaba comentando la posibilidad de domar a alguna de las bestias como montura (con pensamientos de ir volando de un lugar para otro y joderme la marrana en la campaña, sin duda).

Y ahí tuve mi pequeño momento zen o de iluminación; si un griffo puede transportar héroes (y seguro que toneladas de botín, según los sueños húmedos de los jugadores) ¿Por que diablos no va a hacer la táctica mas lógica contra unos malnacidos recubiertos de acero aparentemente superiores a sus arañazos y picotazos?

Conclusión, pasando de dotes, ataques completos y tonterías, a los pocos asaltos un par de los personajes estaban haciendo caída libre sin paracaídas a 70' (podría haber abusado y subirlos hasta donde las águilas tienen vértigo, pero tampoco era plan de arriesgarme al linchamiento).

Los griffos supervivientes ni se molestaron en volver a bajar, se fueron volando hacia el sol poniente a transmitir sus experiencias y nuevos métodos al resto de su raza.

Acerca de los Elfos...

...Son unas nenazas.